Manos hechas para la percusión. Sulyn Villarruel

Ya les he contado que soy super despistada, así que no recuerdo exactamente cuando conocí a Sulyn. Pero si sé que me encantó su tumbao y el estilacho,  y que además me encanta juntarme con ella. Es de esas personas que siempre está de buen humor, pero que sabes que si la haces molestar será mejor huir (tiene toda la pinta) no pretendo comprobarlo. 

Esta caraqueña, tiene una carcajada siempre para todos. San Juanear con ella es un paseo, y de verdad que toca tambor como nadie. Parte de la admiración que sentimos todos por ella es que es un ejemplo de la reivindicación de la mujer en el área de la música popular, y sobre todo en la ejecución de la percusión venezolana. Es una creadora.

Tiene 32 años, y desde los 17 se enamoro de las tradiciones venezolanas, y por las raíces afro que hay en nuestra música. Tanto así, que esta Licenciada en Artes Escénicas, hizo su tesis de grado en honor a San Juan Bautista, "por y para San Juan".  Nos ha representado dentro y fuera del país, dando lo mejor de su sentimiento por los tambores, por la percusión y por la danza. 

Para los que conocemos las fiestas de San Juan, sabemos que es una de las manifestaciones culturales que mayor pasión tiene, que tiene una riqueza inmensa y mucha historia, danza, música y devoción para contar. Sulyn la llamó  "Identificación de los elementos teatrales en las fiesta de San Juan Bautista"

Esta negrita de risa escandalosa, anda por Caracas en moto, es de las que toca el tambor con la misma pasión en una fiesta de tamunangue en una comunidad, que en una presentación formal. Y prende un bochinche hasta en el público más estirado. Yo la observo desde afuera, y me contagia la energía con la que va por la vida.

Es un talento de esos innatos, y de esas personas cuya vida y trabajo es en beneficio del país. Su bandera es el sentido de pertenencia que debe tener cada venezolano hacia su cultura, hacia sus raíces. Su trabajo es combatir la ignorancia cultural, Confieso que en este punto de la conversa, tuve que parar y llorar:  

                                                                                                    "Todavía, en estos tiempos el desconocimiento por lo propio es abismal. Por eso cada vez que toco tambor, o bailo joropo, estoy aportando. Al menos una persona se asombra y se alegra de conocer nuestras tradiciones" 


Cuando piensen en gente que construye y defiende a Venezuela, piensen en ella. Piensen en una persona, que muchas veces por el simple hecho de rescatar una sonrisa trabaja. Piensen en los chamos a los que desde su trinchera cultural, apoya para combatir el ocio. Piensen en que no hay nada más patriótico que saber de donde venimos, y defender ese lugar a capa y espada. Eso hace Sulyn. Conozcanla y admirenla. Ella es Sulyn Villarruel, ella es Venezuela.

Yo tengo la dicha de conocerla y disfrutarla en cada actividad. Para ella, mis respetos y mi cariño. 

#venezuelaessugente 

El Artesano

Yo tengo 32 años. Y llevo 32 años viendo a este señor trabajar, en él mismo sitio, el mismo kioskito, cerca de la casa de mi abuela, con la misma sonrisota y amabilidad, de siempre. Una de esas personas que uno no sabe como hace para estar de buen humor, todo el día, todos los días.

Confieso que él día que le llevé mis sandalias a pegar, por enésima vez (soy come zapatos, todos se me dañan) me dio su nombre, y lo olvidé. Pero me contó que ama su trabajo, que se siente útil, y que ante la crisis se siente productivo, ya que la cosa no está para andar comprando zapatos nuevos, él los repara y ayuda a la economía familiar. De las personas a las que tiene 40 años sirviendo.

No hubiera hecho otra cosa en la vida, es un ser feliz, y por lo tanto es Exitoso. 


El lugar se llama El Artesano,  y el trabajo que hace es excelente, meticuloso y económico, está ubicado en Altavista, Catia. Si tienen algún zapatico por ahí se lo llevan al señor, búsquenle conversa, es muy tímido y respetuoso con las damas, pero le encanta conversar.